A veces, solo escuchar con atención es suficiente para encontrar ese lugar en el corazón al que llamamos hogar.
Para el olor de los libros Sí Chica con una máquina de escribir Desy Icardi nos trae una emocionante novela de ejercicios llena de personajes inolvidables
En las afueras de Turín, en la década de 1970, hay una casa junto al río donde todo suena lo más alto posible: golpes de ollas en la estufa, eco de pasos en los pasillos, la radio cruje, los muebles crujen. . Son los años 70 y la pequeña Dora vive en este ambiente ruidoso con toda su familia, entre la que destaca su excéntrica tía abuela. Un día, sin embargo, este extraño pero reconfortante equilibrio se rompe por el dolor; la casa está repentinamente triste y silenciosa, y con la misma rapidez Dora comienza a escuchar ruidos inquietantes. Para escapar de este ambiente opresivo, la joven encuentra refugio en un lugar donde hay un silencio que no es expresión de melancolía, sino de respeto y contemplación: la biblioteca. Aquí Dora conoce al «lector centenario», el abogado Ferro, quien ha dedicado toda su vida a los libros y decide tomar a la joven bajo su protección para enseñarle el placer de la lectura.