¿Por qué está tan mal si nos hace sentir tan vivos?
Olía a lo prohibido, olía a una noche de verano en un lugar exótico, a fruta exquisita que nunca había probado, olía a deseo, a vida. El amor duele… Era su alumno, un chico solitario adicto a los libros y la música que apenas sonreía. Él había invadido sus sueños incluso antes de que ella lo conociera después de un violento accidente que le dañó la cabeza y le impidió conservar sus recuerdos. Él la volvía loca. Empezó a quererla. La deseaba tanto que se estaba volviendo loco. Pero eran maestros y estudiantes en un orfanato en Bolonia, Italia, a mediados de la década de 1980, y no podían amarse. Él estaba enfermo. Y lo hicieron de todos modos.
Ahora Mario conoce a esta mujer de 65 años que está desesperada por olvidar al amor de su vida y a ella misma. Mario, sabiendo que su forma de amar es igual de buena, prueba todas las posibilidades que se le ocurren. Luego encuentra cintas de video llenas de vida contándose a sí misma todo lo que luchó, todo lo que amaba para este chico de pelo rizado y olor a vida.