En la línea de la mejor tradición del cuento argentino, Argüello vuelve con cuatro historias que desdibujan los límites entre realidad y ficción.
Un antiguo alumno obligado por la cortesía a atender a una reunión indeseada, un periodista sin visa en la frontera ucraniana, un conferenciante en China o un oyente en un recital de poesía son los avatares que presenta Argüello en estos cuatro relatos que desafían, de manera magistral, la consistencia del mundo que habitamos.
Nos adentramos con él en el jardín de los senderos que se bifurcan para volver siempre al punto de partida: la búsqueda del deslumbramiento, de la emoción primigenia, de la conexión más elemental.
Con una prosa limpia y ligera, Javier Argüello cuestiona, como ya hiciera en su ensayo «La música del mundo», el modo en que construimos nuestra realidad sumergiéndonos en un universo de vidas posibles, imaginadas o soñadas, impulsadas por esos sutiles saltos de energía cuánticos que dan título al libro.
En Cuatro cuentos cuánticos el escritor argentino nos invita a explorar, con una simplicidad cargada de belleza, nuestras propias ilusiones frustradas para construir futuros posibles en medio del caos y el desconcierto que la vida representa.